Las funciones que debe cumplir un vigilante de seguridad son diversas y están claramente definidas en el Real Decreto 2364/1994, el cual fue modificado en 2014 y publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Estas funciones son esenciales para garantizar la seguridad en diferentes tipos de instalaciones y la protección de las personas y bienes que se encuentran en ellas.
Es importante destacar que para convertirse en vigilante de seguridad, es necesario obtener una titulación específica, que incluye la superación de pruebas teórico-prácticas relacionadas con las competencias establecidas por la Ley. Además, los aspirantes deben superar pruebas físicas y psicotécnicas, especialmente si van a trabajar con armas de fuego. La formación continua es también obligatoria, con cursos de actualización periódicos.
Un vigilante de seguridad tiene responsabilidades fundamentales que incluyen, entre otras, las siguientes:
- Vigilar instalaciones de diversos tipos, protegiendo tanto los bienes contenidos en ellas como a las personas presentes.
- Controlar el acceso a las instalaciones bajo su protección, realizando controles de identidad cuando sea necesario.
- Prevenir y evitar actos vandálicos o delictivos dentro de las instalaciones vigiladas.
- En caso de detención de una persona que haya cometido un delito, debe ponerla de inmediato a disposición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
- Proteger el proceso de almacenamiento, clasificación, recuento y transporte de dinero en efectivo, títulos, valores y objetos valiosos, especialmente en el caso de servicios de transporte de fondos.
- Responder de manera inmediata a las alarmas activadas en las instalaciones bajo su protección, siempre que la actuación no corresponda a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
- Auxiliar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el cumplimiento de sus funciones, siguiendo sus instrucciones y recomendaciones en relación con la custodia de bienes y personas.